21 enero 2009

Apaga y quédate



Si partimos de lo obvio, es difícil encontrar oposiciones frontales, así que sigamos esta moderna costumbre y digamos primero lo evidente.
Todo lo que sea reducir la contaminación, es bueno. Todo lo que sea evitar el derroche de recursos naturales, racionalizando el uso de la energía, es positivo. Todo lo que suponga una mejora en la eficiencia de los aparatos para que rindan lo mismo reduciendo su consumo, es deseable.
Vale. De acuerdo. Pero de ahí a que la Unión Europea pretenda prohibir los televisores de plasma porque consumen demasiado, hay un abismo. Personalmente, la verdad, me importa tres puñetas que prohíban semejante aparatos, pero cuando las instituciones vienen a decirte con criterios retorcidos lo que puedes comprar y lo que no, o a fijar la diferencia entre lo que es el consumo y el derroche, es que queda poco para que saquen una ley diciendo cual y qué uso hay que darle al matrimonio, y a partir de qué abstinencia se considera buen uso o derroche de la pareja.
Porque no me lo creo, oigan. No me creo que de verdad quieran ahorrar electricidad. Si quisieran ahorrar electricidad no tendrían una farola cada treinta metros en grandes tramos de las autovías, luciendo toda la noche en lugares en los que obligatoriamente hay que llevar encendidos los faros.
Si de veras quisieran ahorrar racionalizarían un poco las luces, las calefacciones y los aires acondicionados de los edificios públicos, esos mastodontes calientes como hornos en invierno y helados en verano, que además de electricidad consumen recursos sanitarios a fuerza de causar resfriados por el cambio de temperatura en cuanto sales a la calle.
Si de veras les importase reducir el consumo eléctrico, tendrían más cuidado con las horas de encendido y pagado de las farolas, y según en qué zonas pondrían dispositivos de proximidad, para que las farolas se encendiesen sólo cuando anda alguien por la calle, y no toda la santa noche en lugares, miles de ellos, por los que no pasa nadie.
Si les importase una puñeta la electricidad, en vez de venirnos con la chorrada de las bombillas de bajo consumo, las pondrían ellos, pero ya ven que las lámparas incandescentes, que tanto les molestan cuando las tenemos los demás, reinan e imperan en el alumbrado público de nuestras calles sin que nadie las mencione.
Lo que pasa, creo yo, es que el consumo les importa en realidad muy poco, y la idea de fondo de todas estas campaña majaderas, como la de los pilotitos rojos de los aparatos que están en espera, tiene por objeto permitir a los gobiernos meterse en la casa y en la vida de la gente con un pretexto tan aparentemente bienintencionado como este.
O eso, o se trata de que ahorremos nosotros para que puedan seguir gastando ellos.
Así a que vamos a peor. Antes se decía "apaga y vámonos" y ahora quieren que funcione el "apaga y quédate".
Lo de "vete bajándote los pantalones" será lo siguiente, supongo.

2 comentarios:

  1. Veo que ha servido de poco ponerse al día ysigue Ud. disparando a ráfagas.

    La cuestión estriba en parecer que se hace algo, no en hacerlo de verdad. He ahí el porqué de tanta ocurrencia peregrina.

    Saludos.

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  2. Lo de siempre:

    cruzar el río por la foto del puente.

    A ver si me enmiendo y voy de seguido

    :-)

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