20 mayo 2009

Manifestación contra la gripe



No sé a qué están esperando eso que llaman las fuerzas sociales vivas de este país para convocar una gran manifestación contra la gripe. Si son capaces de manifestarse contra el paro y contra el terrorismo, ¿por qué no contra esta gripe porcina, gorrina o cochinista, que no deja de consumir horas y horas de informativos?
Que la convoquen de una vez y ya verán como son miles, o cientos de miles, los pasmados que acuden a pasear su buena intención, o su voluntad de que las cosas se arreglen, armados de banderas diversas o ataviados con algún símbolo mágico creado para la ocasión. Y además, el cachondeo en el exterior no sería superior al de otras veces: si se pide a los terroristas que dejen de matar, ¿por qué no pedir a los virus que dejen de infectar? ¿O es que se creen que hay alguna diferencia entre el caso que pueden hacer los terroristas a una manifestación y el caso que van a hacer los virus de la gripe?
A mí todo este barullo mediático en torno a enfermedades extrañas me parece demasiado oportuno para tapar otras cosas. Y no es que no me crea que existe la enfermedad, que sí que existe, y ya se ha llevado a algunas personas por delante, pero creo que los cerebros pensantes de medio mundo están cayendo en un alarmismo exagerado que a la larga vamos a pagar muy caro por el conocido mecanismo del cuento aquel de "que viene el lobo".
La famosa gripe puede ser peligrosa y lo que quieran, pero ni es más peligrosa ni está teniendo más incidencia que cualquiera de esas enfermedades raras que también matan a la gente y nadie se molesta en investigar porque, según la definición, afectan a menos de cinco personas por cada diez mil habitantes.
O sea, que ya lo ven: si tiene usted una enfermedad que afecta a menos de cinco de cada diez mil habitantes, posiblemente no sepan curarlo, o no haya medios siquiera para diagnosticar correctamente su mal, pero para que la gripe esta de los cerdos dejase de ser una enfermedad rara, como la enfermedad de Crohn, o la anemia de Fanconi, debería haber en España al menos dos mil casos, cifra a la que no hemos llegado ni por asomo.
Lo malo de todo esto es que las supuestas pestes como las vacas locas, la gripe aviar y ahora la gripe porcina, se acumulan en la mente colectiva y van creando su propia costra de indiferencia, y el día que de veras haga falta que la gente se alarme todo el mundo se encogerá de hombros y se preguntará qué nueva crisis o qué agujero habrá que tapar esta vez.
A lo mejor lo que pasa es que las autoridades sanitarias empiezan a pensar como los de Tráfico: se anuncian siempre nevadas descomunales, y así, cuando de veras nieva, se lavan las manos y le pueden echar la culpa a otro.
A lo mejor lo que pasa es que de veras hace falta una manifestación contra la gripe, pero no contra el virus, sino contra los que parecen empeñados en venderla.
Con el tiempo nos enteraremos de por qué.

2 comentarios:

  1. En efecto, las actuaciones están más orientadas a la galería que al probleema. Es lo que suele pasar cuando es más importante no tener la culpa que hacer las cosas bien.
    Saludos.

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  2. A mí lo que me cabrea es le voluntarismo, esa idea de que deseando que dedsaparezca algo, va y desaparece

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