23 agosto 2009

Nuestro leal traidor Dolfos


La historia es impredecible. Es más fácil acertar una primitiva que averiguar a quién se va a subir o bajar de los pedestales en la próxima revisión de las enciclopedias.
Como no tenemos cosa mejor en qué pensar ni mejor reivindicación que menear, nos ha dado ahora por discutir si Vellido Dolfos era traidor, leal, villano, caballero o guerrero de la señorita Pepis. Somos geniales, oigan.
Esto es lo que nos quedaba ya por ver para rematar la fiesta: un Partido Urraquista, reivindicando seguramente la independencia de Zamora y los derechos dinásticos de esa buena señora contra su hermano, contra el kahn de los mogoles y contra el emperador de los elfos si se tercia.
¿A alguien se le ha pasado por la cabeza preguntarse a qué viene tanta tontería sobre las riñas familiares de los reyes de Castilla? Porque es eso: un rey se muere y nos divide a las personas y las tierras entre los hijos, como si fuésemos parcelas y cabezas de ganado. Los hijos, los hermanos, los sobrinos (y la madre que los parió) no están de acuerdo con el reparto y montan una riña familiar por todo lo alto para replantear la herencia, y como todo el mundo sabe, en las peleas familiares se tira de lo peor que hay en cada casa. O sea, que uno nos deja en herencia como ovejas y nosotros, mil años después, lo damos por bueno y nos quejamos de que otro pastor viniera a robar el rebaño.
Es eso, no le den vueltas: aquí estamos nosotros, mil años después, que se dice pronto mil años, reivindicando como leal la figura de lo que hoy sería un sicario que salió a dar un lanzazo al rey contrario mientras estaba "en las menores de sus fuerzas". Posiblemente, cagando. Perdonen que me exprese de este modo, pero las cosas no tienen mejor nombre que el suyo propio.
Este tipo de folclores se montaban en los libros para reforzar la propia identidad frente a la del enemigo, pero en este caso, resulta que Vellido Dolfos era de casa, y el invasor también, a no ser que quienes promuevan esto lo hagan para darnos a entender que los castellanos son enemigos y extranjeros.
No cayó la ciudad en aquel asedio. Vale. ¿Y qué se hizo después de doña Urraca y su dinastía?, ¿en qué paró todo el fregado?, ¿a qué reino nos unimos por mil años?, ¿al de Moldavia?, ¿o al de Sildavia, como Tintín?, ¿de dónde salen los majaderos que convierten en antagonistas a los de Zamora y a los de Saldaña?
Muere Sancho y el Cid obliga a Alfonso a jurar en Santa Gadea. ¿y eso que es?, ¿un golpe de estado?, ¿cómo se atreve un militar cualquiera a pedir cuentas a su superior?, ¿por qué no interviene el juez Garzón y le mete al Cid un paquete por sedición y rebelión militar?
Nombrar leal a Vellido Dolfos es como como nombrar a Hitler héroe nacional de Palestina.¿Se imaginan a la OLP levantándole un monumento a los nazis? No me joroben. Un poco de seriedad o nos tomarán aún más a rechufla de lo que ya nos toman. A este paso, salimos hasta en los telediarios americanos. ¿Y saben cual será el titular? Este: En Zamora llaman lealtad a atacar a la gente por la espalda mientras caga.
No me joroben...

4 comentarios:

  1. Estamos llevando tan lejos la tontería autonómica, que en sitios impensabeles se está tratando de inventar sus propias señas identitarias por no ser menos que otros. La cuestión estriba en justificar, aunque sea por los medios más peregrinos, que un señor es mejor que otro por el simple hecho de haber nacido unos kilómetros más allá.

    Así nos luce el pelo.

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  2. Anónimo8:05 p. m.

    Asi nos luce el pelo con tanto cretino suelto diciendo chorradas.
    Enhorabuena por los articulos aunque no suelo escribir comentarios, siempre es un placer leerlos y enviarlos a todo el que puedo citando la fuente por supuesto.
    Un saludo

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  3. Anónimo5:39 p. m.

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  4. El triunfo de la boina mñas cerril no va a traernos nada que no se boinismo y cerrilidad. Creo yo.

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