12 septiembre 2006

¿Dónde está el bobo?

Que no me lo creo.
Que se pongan como se pongan los políticos o el lucero del alba, no me creo que el alcalde de Peque sea bobo, o se haya vuelto loco de repente.
Miren ustedes, que yo soy de San Pedro de Ceque, a tres tiros de piedra, y me conozco el paño. Háganse cargo de que por aquellos andurriales los bobos se extinguieron antes de que llegasenlos romanos, y que la Universidad de la Oveja y el Burro Negro expide títulos de mucha enjundia, no como los de Salamanca, que dan risa a veces, o los de León, que ni les cuento.
Háganse a la idea de que el alcalde de Peque tiene más tiempo para pensar mientras va con el ganado que toda la Diputación junta mientras va de comilona. Pónganse en su lugar, si pueden, y piensen que el pueblo se les muere, les quedan cuatro viejos, y en las arcas municipales pasan hambre hasta las chinches.
Pónganse en su puesto, sin sueldo ni ceremonia, y hártense a pedir mejoras, carreteras, o un parche para la traída de aguas y esperen luego cien años. Que sí, que en mi pueblo hay un puente que se cayó hace ya dos lustros y aún está por arreglar. Que son así las cosas, háganme caso.
Colóquense en semejante tesitura y barrunten, como seguramente barruntó Rafael Lobato, que solicitando el cementerio nuclear iban a dejar de ningunearlo en la Diputación, de reírse de él en la Junta y de tomarle el pelo hasta en el BOE. Piensen como seguramente pensó él que de una puñetera vez le iban a oír, le iban a escuchar y hasta le iba a entrar el miedo en el cuerpo a más de uno. Piensen que total, de perdidos al río, y que no habiendo carreteras, ni infraestructuras, ni centrales cerca, ni posibilidad de cumplir la normativa, el cementerio ese no se lo ponen ni de broma, pero que lo mismo le dan alguna cosa al pueblo para callarle la boca. Piensen como seguramente pensó él que una ocasión como esta de apretar el culo a los tíos de la corbata no se tiene todos los días, y que a lo mejor, vete a saber, hasta sueltan la pasta por una vez y le ponen, yo qué sé, un consultorio. Aunque sólo sea para no oírlo más. Aunque sólo sea para perderlo de vista.
Piensen todo esto y díganme si todavía creen que está bobo o se volvió tarumba de un repente. Piensen conmigo, por favor, si los que no estarán haciendo el panoli son los que lo ponen a escurrir, en vez de darle la razón, con la boca pequeña, para que las autoridades correspondientes aflojen el bolsillo con el pueblo por una vez en la vida.
Y recuerden siempre la vieja máxima: en todas partes hay un bobo; si miras alrededor y no lo encuentras, desconfía.

2 comentarios:

  1. Querido Javier,
    te he leido varias veces en las otras dos direcciones. E, incluso, pensé en pedirte "Cumbres borrascosas" para una reunioncita entre gente interesada por la literatura.
    Lo que dices es cierto, cuando no hay bobo... malo.

    Un abrazo y muchas gracias por pasarte por mi rincón.

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  2. hOLA sUSY, MUCHAS GRACIIAS.

    yA TENGO PENSADA ALGUNA COSA PARA ACTIVIDADES LITERARIAS EN MIS CUMBRES.

    YA TE CONTARÉ.

    sEGURO QUE TE GUSTA.

    BESOS

    JVAIER

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