28 octubre 2009

Pantanos y canales


El presidente Zapatero acaba de anunciar que nos subirá, de un golpe y sin anestesia, un cinco por ciento los impuestos. Puede haber por ahí algunos incautos que aún piensen que realmente esta subida afectará sólo a las rentas mas altas, pero lo cierto es que los ricos son ya una especie tan rara en este país que no interesan como fuente de ingresos, y menos a un gobierno que lo que quiero es mucho dinero y fácil de recaudar.

Los datos son bien claros: casi el veinte por ciento de los españoles está en el paro, y del resto, un sesenta y siete por ciento cobra menos de mil euros al mes. Si a eso unimos que el que verdaderamente tiene algo sabe todas las maneras de ocultarlo, y le sale más barato contratar un abogado o llevarse el dinero a Portugal que pagar lo que le piden, el cóctel está servido: pagaremos los de siempre.

Desde el Gobierno tratarán de disimular el verdadero impacto de la medida subiendo algo más a las rentas más altas, pero la idea principal, y si no, ya lo verán, es subir el IVA, que lo pagamos todos cuando vamos a comprar, lo mismo si compramos angulas que si compramos chicharros. Quitarán o reducirán las deducciones por maternidad, o por enfermedad, o por compra de vivienda, elevarán las tasas de todo lo que nos oferte la administración y tratarán de echar los dientes a donde haya carne. Y la carne está, por supuesto, en las partidas que afectan a ocho, diez, o quince millones de personas, y no en las que afectan a doscientos mil, que además pueden arramblar con todo para el extranjero.

Y el caso es que es un error. Un error de bulto y de concepto que además de sacarnos los cuartos va a ser para peor. Porque en los malos tiempos tenemos que apretarnos todos el cinturón y arrimar el hombro, vale, peor la primera que debería hacerlo es la administración, en vez de contratar a ciento y pico mil funcionarios en un año.

La idea que maneja la ministra es de suspenso en empresariales. El gasto público hace subir el empleo, sí, porque es un estímulo a la demanda, pero debe abordarse en segundo lugar, no en primero.

Esto es como los canales de riego y los embalses. Los incentivos al consumo, que son los subsidios y los dineros que va dando ZP para que haya obras en los pueblos, serían los canales; y los estímulos a la inversión, que consistirían en dar facilidades a los empresarios para poner más empresas y que contratasen a más gente, serían los embalses.

Lo que esta gente no parece ver es que los embalses sin canales sirven para poca cosa, porque sólo pueden regar unas cuantas hectáreas cerca de la presa y junto al cauce del río, pero los canales sin embalse, que es lo que está haciendo este gobierno, no sirven de nada salvo para tirar el dinero. Y para hacer ricos a los constructores de canales, por supuesto.

Pero a lo mejor va de eso la cosa.

2 comentarios:

  1. Es lo que tienen las referencias temporales, te hacen viejo un artículo en dos días.
    Y muy buena la metáfora de los canales.

    Pero lo mejor, sin duda alguna, lo de la máquina del tiempo, ya que tu penúltimo artículo (el del triunfo de la certeza) tiene fecha del martes de la semana que viene. El próximo viaje, apuntas los resultados de la quiniela y me pones un correo.

    Saludos.

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  2. Les pongo fecha futura cuando no piendso actualizar en semanas, pero joer, da gusto que alguien s efgije.

    Ya ves que retorno una vez más del Olvido...

    Vida esta, oye...

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