21 mayo 2007

Sindicatos horizontales


Ahora que venimos de las celebraciones del primero de mayo le queda a uno la impresión de que los festejos sindicales tiene algo de reedición de los carnavales, pero sin samba y sin entierro de la sardina.
Nadie va a negar a estas alturas la importancia del papel de los sindicatos en la historia, ni sus logros en la mejora de las condiciones laborales. Nadie lo va a negar como nadie niega la importancia de la penicilina que descubrió el doctor Fleming, pero la farmacología ha avanzado y ha seguido investigando, mientras que el sindicalismo parece atrincherado en la defensa de viejas conquistas y dudosos privilegios.
Porque el capitalismo avanza, y no la mejor parte de él. Porque avanza la idea de que esto es la guerra, sin cuartel ni prisioneros, y el movimiento sindical centra su lucha en que se le permita gestionar la caja de pensiones o en blindar aún más a sus prebostes. Lucha por su tajada. Así de claro.
Todos sabemos que en muchas empresas no se cobran las horas extraordinarias, porque el empresario se las embolsa con la amenaza de despedir al que se queje. Todos sabemos que a menudo se firma una nómina distinta de la que se cobra. Todos sabemos que en algunos sectores se han hecho obligatorios horarios de diez y doce horas diarias, y el que no esté a gusto, a la calle. Todos sabemos que hay muchos trabajadores sin dar de alta en la seguridad social, trabajadores sin papeles, trabajadores sin medidas de seguridad. Todos sabemos que se sigue amenazando con el despido a las mujeres si se quedan embarazadas.
Lo sabemos todos menos los sindicatos que, curiosamente, no se enteran. Porque en todas las empresas hay representantes sindicales que sólo van por allí a pedir el voto, y luego no miran, no saben, no protestan.
Si los representantes sindicales no pueden ser despedidos, y este logro se alcanzó precisamente para no limitar su acción, ¿por qué callan?, ¿por qué dejan indefensos a sus afiliados?, ¿para qué sirve hoy en día un sindicato a los trabajadores?, ¿para sacarle dos décimas en el convenio colectivo? Para eso no me afilio. Para eso voy yo y me lo negocio con el patrón, como ya hacen muchos.
Todo el mundo sabe lo que se cocina en su empresa, los horarios que se hacen, las nóminas que se firman y los salarios que se cobran. ¿Dónde están los representantes sindicales para denunciar esos abusos?
Seguramente creen que es mejor callar, meterse a liberado y comer la sopa boba. Sin dar la cara. Limitando su lucha a llevar pancartas, poner pegatinas y vocear un rato en la calle. Pero sin despegar el culo del sillón.
Y mientras, los trabajadores, que se jodan, porque sus representantes son como los tres monos: no ven, no habla, no escuchan.
Antes estábamos mal con los sindicatos verticales de la Falange. Pero es que estos son peores: estos son los sindicatos horizontales de la poltrona.

4 comentarios:

  1. Ejercí durante un año de delegado sindical (LOLS) y, como consecuencia, estuve rodeado de la mayor cantidad de borregos y borregas (abundaban las borregas) que pueda imaginarse. Finalmente me echaron democráticamente por no acatar la voluntad general y, aún hoy, a veces me levanto mojado porque sigo meándome en su voluntad general. La política sindical, según mi experiencia, consiste en oponerse a lo que dicen los otros sindicatos por norma. Si el sindicato mayoritario pide un aumento salarial del 6, pues los otros del 20 y así ocurre con todo. Se trata de que figure en un asqueroso acta expuesto en un asqueroso tablón que ellos pidieron más. Pero los trabajadores importan un pimiento. ¿Quiénes son esos pobrecitos? Los sindicalista está claro que no (que quede claro que habrá sindicalistas buenos y honrados, pero yo no los conocí)

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  2. Juan Carlos, si me permites, añadiré este comentario a una polémica que tengop pro ahí, porque se me echaron al cuello cunadopubliqué este artículo en la Opinión de Zamora.

    Un abrazooooooooo

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  3. Claro, hombre. Según lo que yo he vivido el sindicato es piramidal, más que vertical. Arriba, en la cúspide, hay una cúpula medianamente inteligente que se ha montado un jauja a su medida. Y lo que hacen es rodearse de capas de bobos para perpetuarse. Cuantos más bobos, mejor. Y si eres medio bobo, como me pasa a mí, o te liberan o te largan a patadas.

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  4. “Plataforma de votantes de izquierda contra Zapatero”
    http://izquierdacontrazapatero.blogspot.com


    Tenemos, desde las posiciones tradicionales de la izquierda, razones para no apoyar a Zapatero, tras una desastrosa gestión, que de izquierda no tiene más que la etiqueta. Afortunadamente hay opciones como IU, Ciudadanos o UpyD que pueden recoger el voto y las distintas sensibilidades de izquierda.

    Hay muchas más, pero estás son las primeras:

    * Negar una crisis que es ya evidente sin tomar ninguna medida para apoyar a los jóvenes, los que no pueden pagar la hipoteca o los que están perdiendo su trabajo.
    * Cuando se superan los dos millones de parados, limitarse a maquillar los datos, sin tener ningún plan para atajarlo.
    * Mentir a los ciudadanos sobre la negociación con ETA o el Estatut, como si fueramos idiotas.
    * Traicionar al pueblo saharui, adoptando las posiciones marroquíes.
    * No haber derogado ninguna de las medidas contra los trabajadores de los gobiernos anteriores.
    * Estar totalmente aislado, sin relaciones internacionales en un mundo cada vez más globalizado. Ni los laboristas ingleses le invitan.
    * Dar bandazos sobre la inmigración, desde el “papeles para todos” a pedir “expulsiones masivas” en Europa.
    * Pretender socorrer a las grandes inmobiliarias con dinero público.
    * El piso de Bermejo. O los vuelos oficiales para asuntos privados en Londres o Berlin.
    * Los chupópteros del Canon. Otra vez, dinero público a manos privadas…..

    Y podríamos citar cinco mil razones más. El 9 de marzo no votes Zapatero, si quieres que la izquierda sobreviva a un Presidente nefasto. Hay otras opciones, vota o no votes pero hazlo con libertad.

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