17 abril 2008

Las ONG sin ITV



Que los pobres pueden hacerte rico no es una idea nueva. Sin matarse a pensar mucho, es fácil encontrar ejemplos de gentes y organizaciones que se han dedicado a ello los últimos siglos y milenios, en todos los estamentos sociales, políticos y hasta sensibilidades.
Lo gracioso es que sigamos picando. Lo gracioso es que se sigan llamando No Gubernamentales agencias y asociaciones que reciben más de las tres cuartas partes de sus fondos del presupuesto común. Lo bochornoso es que esas mismas organizaciones que asaltan sin pudor la caja estatal no condesciendan luego a informar de qué parte de sus gastos van a parar a proyectos de desarrollo y qué parte a autogestión.
Porque autogestión, por ejemplo, es tener una sede acojonante en una de las mejores calles de oficinas de una capital, media docena de empleados magníficamente pagados y gastos de representación por todo lo alto para el Presidente del cotarro.
Como preocupaba poco el escándalo de Intervida y Anesvad, ahora resulta que una organización "caritativa" francesa parece envuelta en el secuestro de ciento y pico niños en Chad. No se puede prejuzgar qué es lo que está pasando allí, pero a mi gusto, la verdad, la cosa huele que apesta.
Por todo esto, y por lo que vendrá a poco que se tome alguien la molestia de levantar la alfombra, es urgente convertir en obligatoria una auditoría de cuentas y prácticas a la que ahora sólo se someten las ONG que se prestan a ello voluntariamente.
Lo cierto es que las que mayores recursos manejan, como Cáritas, Intermon, Manos Unidas, Médicos sin Fronteras o Ayuda en Acción, aparecen completamente limpias, pero es tal el da o que causa un desaprensivo en un sector como este que no se debe dejar un solo resquicio a la duda.
Después, que cada cual haga de su capa un sayo y dé su óbolo a quien mejor le parezca, pero yo quiero que una ONG me informe de cuánto gasta en pagar a sus empleados, cuanto gasta en sus sedes y cuanto gasta en el Tercer Mundo. Y sin trucos: que también hay quien paga 5000 € al mes a alguien de aquí que se va a Burkina Fasso, y eso no me parece serio.
Ese control sería el ideal. O mejor dicho, el mínimo. Mientras lo ponen en marcha y no, yo los cuatro duros los echo a la cesta de siempre, la de la Iglesia, que aunque no termina con los pobres, por lo menos no hace más.
Y ya es algo.

4 comentarios:

  1. Cuando se piden subvenciones, debería ser un requisito la entrega de cuentas detalladas, como sucede si quien pide la subvención es una empresa privada o un particular.

    Si no piden parte del dinero de todos, entonces que rindan cuentas a quien les pague, como si no las quieren rendir en absoluto.

    Saludos.

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  2. Lo quepasa es que a veces las cuentas detalladas son perfectamente legales.

    Porque es legal pagar 3000 € a un administrativo. Generoso, pero legal. O gastarse una pasta en una sede de relumbrón.

    Dedicarse a la caridad no tiene que ver, obligatoriamente, con la austeridad. Y así estamos.

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  3. Anónimo3:57 p. m.

    Ay! deberiamos entender la importancia fundamental de la filantropía privada en el capitalismo anglosajón.

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  4. O de la falta de ella, a veces, Shackleton...

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