06 febrero 2012

El diablo que vivía en la impresora

Los que pronosticaron que la proliferación de la informática sería un alivio para los bosques metieron la pata hasta el fondo. Me lo temía, pero ahora, además, dispongo de datos: Según el proveedor de material de oficia Esselte, el consumo de papel aumenta en las empresas alrededor de un 40 % cuando se informatizan todas su áreas. Este dato es muy similar al que ya conocía de modo extraoficial sobre el consumo de papel en los despachos de las universidades, con lo que tengo que darlo por bueno.

Los que tratan de explicar estas cosas dan dos motivos para ello: que las viejas costumbres prevalecen, y que hay mucha gente que imprime esos correos antes de leerlos. Por tanto, al aumentar el tráfico de correos con la implantación del email, se gasta más papel que antes en vez de menos.


La otra razón es el acceso a documentos que antes no estaban accesibles, y que la gente imprime para llevarse a casa o para trabajar con ellos. Cuando había en la oficina o en la Universidad un ejemplar de un libro, este ejemplar se prestaba y se devolvía. Cuando lo que hay es un documento word o un PDF, se imprimen fragmentos de este documento de manera recurrente, consumiendo mucho más papel que antes.

Al final, aunque el papel sea sólo un ejemplo, lo que tenemos es una terrorífica expresión práctica de la temida paradoja de Jevons, que "afirma que a medida que el perfeccionamiento tecnológico aumenta la eficiencia con la que se usa un recurso, lo más probable es que aumente el consumo de dicho recurso, y no que disminuya".

Por tanto, las mejoras tecnológicas no nos van a ayudar a hacer el crecimiento más sostenible ni a consumir menos recursos del planeta, sino todo lo contrario.


Según nos cuenta la Wikipedia, "en su obra de 1865 titulada The Coal Question (La cuestión del carbón), Jevons observó que el consumo del carbón se elevó en Inglaterra después de que James Watt introdujera su máquina de vapor alimentada con carbón, que mejoraba en gran manera la eficiencia del primer diseño de Thomas Newcomen. Las innovaciones de Watt convirtieron el carbón en un recurso usado con mayor eficiencia en relación con el coste, haciendo que se incrementara el uso de su máquina de vapor en una amplia gama de industrias. Ello, a su vez, hizo que aumentara el consumo total de carbón, aunque la cantidad de carbón necesaria para cada aplicación concreta disminuyera considerablemente."


La impresora y su demonio son, por tanto, sólo un ejemplo que tenemos a la vista de lo que puede suceder si no encontramos otro modo de producir y trabajar. Un modo de irnos alegremente a tomar por el saco...

2 comentarios:

  1. Esta entrada me ha recordado al increíble hombre menguante, ya que la letra se iba haciendo cada vez más pequeña. Un poco más y me toca imprimirla para leerla con lupa.

    Otro perfecto ejemplo de la paradoja que citas es la informática: hace 20 años, un ordenador con menos potencia que un smartphone actual daba servicio a una pequeña empresa con 10 terminales. En la actualidad, se ha multiplicado por varias potencias de 10 tanto la capacidad de proceso como la memoria, pero no la velocidad percibida por el usuario.

    Saludos.

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  2. Gracias pro avisar. Me acabo de dar cuenta de lo del tamaño.

    Hay montones de ejemplos de esa jodienda...

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